miércoles, febrero 01, 2006

Ondina

La ondina estaba locamente enamorada de ese hombre. Su oscuro y rizado cabello, su pecho peludo, sus miembros fuertes y ágiles.
Esa noche desplegó todos sus encantos para seducirle, aprovechando el mágico halo de la luna llena. Lentamente lo fue provocando, atrayéndole hacia donde podría apoderarse de él y hacerle suyo para siempre.
Por fin estuvo a su alcance, podría comérselo a besos en la profundidad del lago, pero el hombre lobo fue mas rápido y dio la primera dentellada.