miércoles, enero 25, 2006

Vamp

Se acercó lentamente a ella y se entretuvo contemplando el suave brillo de su rostro, la piel pálida; los labios rojos, voluptuosos y ligeramente entreabiertos eran un imán que le atraía. La rojiza y lustrosa cabellera caía en ondas haciendo un marco sensual a una faz tan perfecta que resultaba fuera de este mundo. Con un esfuerzo desvió su mirada hacia el torso, donde un suave camisón de seda perfilaba dos suculentas montañas de piel. Tuvo que recordarse una vez más que era un monstruo, una predadora despiadada. Haciendo acopio de valor alzó el mazo y apuntó la estaca. El golpe fué certero y él se derrumbó jadeando en el piso. ¡Por fin había terminado con ella!

De pronto sintió una suave y fría mano que se posaba sobre su hombro mientras una voz profunda y melosa le decía "¿Sabes cuál es el problema con ustedes, cariño? No entienden la diferencia entre una vampira y una vampiresa. Nosotras no tenemos corazón."