viernes, diciembre 09, 2005

Nefertari

Y una vez más cierro los puños para sentir mis uñas clavarse sobre las palmas, para sentir la dolorosa caricia de mi odio, mi desesperanza. Una vez más acaricio con mis uñas esta piel vacía, carcasa abandonada en el fondo de un sepulcro. Y me pregunto ¿Qué se habrá hecho de mi corazón, de mis pulmones? ¿Cómo gritar si no puedo aspirar aire? ¿Cómo moverme si me hallo completamente apresada por las vendas que el ritual impone? En el fondo de este sarcófago espero a que el paso del tiempo me convierta en polvo, ya que los dioses en los que creí eran solo mentiras, pedazos de huesos envueltos en vendas y papiros pintarrajeados de oraciones vanas. Y en el medio de este sepulcro perdido en la soledad del desierto, la eternidad me acecha.